miércoles, 5 de noviembre de 2008

Autoestima

En relación con nosotros mismos y la forma en que nos vemos, conviene distinguir entre dos realidades: el auto concepto y la autoestima. El primero es más categorial y más cognitivo: quien soy y como me llamo. Las experiencias educativas y sociales son aquellas que determinan la forma en que ambos conceptos se conforman y evolucionan.

Se habla de la autoestima que es una emoción relacionada con nosotros mismos y nuestra competencia personal y social. Los niños desde aproximadamente los 2 años de edad son sensibles a sus éxitos y fracasos y también al reconocimiento, sinónimo de represión de los demás.

La autoestima tiene dos componentes existen por una parte autoestimas “parciales”referidas a ámbitos concretos de conductas: autoestima física (destrezas motrices, habilidades en los juegos), autoestima académica (rendimiento y reconocimiento respecto de las tareas escolares) autoestima relativa a las conductas significativas.

Es sorprendente hasta que punto la autoestima puede llegar a diferenciarse del nivel de capacidad. Algunos niños con grandes dificultades, conocedores de sus limitaciones, muestran una autoestima positiva y encaran las tareas con realismo e ilusión mientras que niños con habilidades mucho más altas se avergüenzan de sus producciones o se comparan constantemente con otros niños.

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